Hungry

Heme aquí...la lic en sistemas computacionales Karina Pedroza, ¿que chido, no?. Fácil, fácil no fué (aunque es mas dificil cuando ya estás afuera).

Hace muuuuuchos años en lugar de sistemas computacionales hubiera podido poner...médico veterinario, la que creí mi pasión.

Hace no tantos, lic en filosofía y letras; ah...la comunicación escrita, mi pasión, mi forma de sacar todos mis pensamientos y uno que otro demonio a pasear.

¿Y a qué voy con todo ésto?, pues al abandono de mis sueños por miedo al hambre. El otro día platicaba con mi cliente indú y hablabamos sobre nuestros sueños y cuando yo le dije que me hubiera gustado ser veterinario me preguntó por qué no fué así y mi contestación fué - Hungry - (hambre). Cuando le comenté que lo que en verdad me hubiera fascinado hubiera sido estudiar filosofía y dedicarme a escribir y respondí de la misma manera a mi renuncia por éste sueño me dijo...has perdido tus sueños por tu temor al hambre. ¡¡¡Hasta el sueño se me quitó!!!

Es verdad, mi temor a quedarme con hambre, a no conseguir siquiera un empleo me orilló a escoger una carrera del futuro; ¡comercial pues!. Hace mucho que me pregunto si fué la mejor desición y aún no llego a una solución. Gracias a Dios tengo un buen trabajo y un buen sueldo, no puedo (ni debo!) quejarme. Pero siendo sincera no me satisface al mil.

¿Por qué renunciamos a nuestros sueños?, ¿es Hambre la respuesta?. Digamos que sí.

¡¡¿Es una respuesta válida?!!

¡¡¡Rayos!!!...bendito mundo que nos orilla a hacer lo que tenemos que hacer para poder llevar una vida descente, a olvidarnos de nuestros sueños, a hacer un lado a nuestras familias solo para poder comer todos los días. Nada validero si me preguntan. Nuestro interés por comer nos está orillando a vivir con menos calidad (aunque parezca lo contrario), al abandono de lo que en verdad vale y a una vida hueca colmada de frustraciones.

Yo no sé ustedes, pero yo no me voy a quedar aquí cruzada de brazos, perseguiré mis sueños y quizá nunca seré una famosa escritora, pero aprovecharé lo que el miedo al hambre me otorgó ...¡¡¡por lo menos sabrán de mí por medio de éste blog! jajajaja.

¡No teman al hambre!, el hambre solo afecta al cuerpo y es el alma lo que en verdad hay que alimentar, amen, sueñen...al máximo!