Casos y Cosas de Jill

Sunday, September 03, 2006

El objeto de mi afecto


Qué bonito es ser admirad@ y querid@, ¿verdad?. Inclusive es bonito saber que tienes algún admirador. Algo no tan bonito es ser víctima de ese amor o admiración.

Todos hemos pasado por algo similar, algún amigo que nos cuida demasiado al punto en el que nos enferma su presencia, en que ya no podemos actuar por miedo a que Fulanito se enoje y venga a querer matar a Juanito porque juntó la hoja que se te cayó.

¡Peor aún! que Chuchita te cacheteé a media avenida porque volteaste a ver a una werota (!ta canijo! !hasta yo volteo!!) y si tienes peor suerte, por saludar a Susanita, a quien odia.

¿Por qué hacemos eso?, digo, hasta donde sé está prohibida la propiedad privada entre humanos, ¿no?. Pensemos en que ese amor o admiración pueden convertirse en odio y desprecio por parte del objeto de nuestro afecto (ya lo dijo Newton, Por cada fuerza que actúa sobre un cuerpo, éste realiza una fuerza igual pero de sentido opuesto sobre el cuerpo que la produjo), saquémosle el corazón a éstas situaciones y echemosle cabeza, entendamos que por desgracia el que tengamos un sentimiento hacia cierta persona no significa que la otra persona nos corresponderá, !mucho menos que ese sentimiento nos da algún derecho sobre ella!.

Cuando sientas un gran amor o admiración hacia una persona la mejor muestra de ello será que la dejes ser libre...tenlo en cuenta.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home