El juego divino del Titiritero

¿Quién no ha pasado por un momento díficil? Creo que nadie, a más de alguno nos ha tocado vivir y con suerte superar momentos que nos hacen desear que nos trague la tierra, simpelemte no haber nacido o peor aún, no seguir viviendo.

Pongamos que existe un Dios o alguien que anda jalandonos los hilos como marionetas, pongamos también que a ese ser que nos jala los hilos le importamos, entonces, ¿por qué hacernos pasar por estas dificultades?

• ¿Será para probarnos?
• ¿Será porque simpe y sencillamente somos sus marionetas y él hace lo que quiera con sus pertenencias?

Quiero creer que es porque le importamos tanto que quiere que aprendamos de las situaciones más dificiles que podemos encontrar, que salgamos adelante, que nos quedemos un conocimiento y que en un futuro podamos ayudar a alguien mas. Pero es como todo, ¿no? hay marionetas que no han aguantado el juego divino y se han quebrado en el intento.

Pues yo me siento una marioneta sobreviviente al juego, el Titiritero me ha puesto varios topecitos en el camino y ahora esta mounstrita que ha creado se siente indestructible y aún mejor, que ha aprendido de ver a otras marionetas quebrarse.

Diganme, ¿qué tan dificil puede ser luchar por no romperse?, ¿por seguir vivo, por seguir entero, por no dejarse vencer? ¡Muy dificil!, ¡claro! Pero la satisfacción final, el ganar la batalla ja!! es la mejor experiencia que se puede obtener de este jueguito.

¿Cuáles son las reglas del juego?

1. Si el Titiritero te reta, acepta el reto. (Jamás le saques la vuelta!)
   
2. Aprende de las demás marionetas, habrá experiencias para las cuales no vivirás para vivirlas.
3. Nunca te rindas.
4. No pienses en que pasará si no lo logras, piensa en que pasará si lo logras.

Fáciles, ¿no?

Así que, a jugar no temamos a caernos y fracturarnos, eso se arregla =D y sobretodo...compartamos nuestro conocimiento con otras marionetas y ayudemoslas a no romperse en el intento de sobrevivir a esta pequeña obra de teatro que el Titiritero ha montado para nosotros, no para su diversión, sino para la nuestra.